Esta vez ni cadenas, ni partes enormes de autos. Yo en el mismo carro, ahora los mecánicos no se veían grasientos, sudados o sucios, al contrario cada uno de ellos vestía su uniforme, de acuerdo al contexto no pedían "Una hijueputa propina" ni parecido. Esta vez “el taller” tenia sala de espera, recepción y hasta una mesa con lo que deseara tomar. Pero en este espacio, este taller, cabían los débiles, los flojos. Esa figura de "mecánico" ya no existía allí… …El mismo oficio distinta condición.
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